EMBARAZO ECTÓPICO

EMBARAZO ECTÓPICO

Si bien la mayoría de los embarazos acaban en el nacimiento de un bebé saludable, de vez en cuando un embarazo comienza mal desde el principio. Los embarazos ectópicos y molares son un ejemplo de esto. Lamentablemente,

ni los embarazos ectópicos ni los molares pueden acabar en el nacimiento de un bebé. Y si la mujer embarazada no recibe tratamiento en seguida, ambos tipos de embarazo pueden poner en peligro su propia vida.

DEFINICIÓN

Hasta uno de cada 50 embarazos es un embarazo ectópico, lo que significa “fuera de lugar”. En un embarazo ectópico, el óvulo fertilizado se implanta fuera del útero, generalmente en las trompas de Falopio, y comienza a crecer.

En raras ocasiones, un embarazo ectópico puede implantarse dentro del abdomen de la mujer, del lado externo del útero, en un ovario o en el cuello del útero.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Algunas mujeres con un embarazo ectópico comienzan con los síntomas típicos del inicio del embarazo, tales como náuseas y sensibilidad en los pechos; otras no tienen síntoma alguno y pueden no darse cuenta de que están embarazadas. Sin embargo, alrededor de una semana después de la fecha en que se esperaba tener la menstruación, una mujer puede experimentar un ligero sangrado vaginal irregular que a menudo es de color medio marrón. El sangrado puede ir seguido de dolores similares a los de un cólico en la parte baja del abdomen, que muchas veces se siente predominantemente de un lado.

Una mujer con estos sintomas debe comunicarse con su médico rápidamente o dirigirse a la sala de emergencia de un hospital.

Si no recibe tratamiento, pocos días o semanas más tarde puede aparecer un dolor grande en la pelvis, dolor de hombros (debido a la presión ejercida en el abdomen por la sangre proveniente de un embarazo ectópico rupturado) mareos, náuseas o vómitos.

DIAGNÓSTICO

La sospecha de un embarazo ectópico puede convertir un evento que produce felicidad en una pavorosa crisis de salud para la mujer embarazada. Dado que puede resultar difícil diagnosticar un embarazo ectópico, deberá someterese a varias pruebas.

Aquí se está practicando un tacto vaginal como parte del examen físico.

Estas pueden incluir una serie de pruebas de sangre para medir los niveles de una hormona del embarazo llamada gonadotropina coriónica humana (hCG—Human Chorionic Gonadotropin), que a menudo son bajos al existir un embarazo ectópico, y también exámenes de ultrasonido vaginales o abdominales para descubrir la posición del embarazo.

Si no es posible descubrir si existe o no un embarazo ectópico, es probable que el doctor necesite ver los órganos abdominales directamente mediante un instrumento fino y flexible llamado laparoscopio, que se inserta a través de una pequeñísima incisión en el abdomen mientras la mujer se encuentra bajo los efectos de anestesia total.

TRATAMIENTO

Si el médico encuentra un embarazo ectópico, es necesario retirar el embrión (que, salvo muy raras excepciones, no puede sobrevivir), para que no ponga en peligro la vida de la mujer. Si el embrión sigue creciendo, puede provocar la ruptura de la trompa de Falopio y provocar una hemorragia interna sumamente peligrosa para la mujer.

Por lo general es posible retirar un embarazo ectópico mediante cirugía. Cuando se diagnostica el embarazo antes de que se rompa la trompa de Falopio, el doctor realiza una pequeña incisión en la trompa de Falopio y retira el embrión, salvando así la trompa de Falopio y mejorando las probabilidades de la mujer de quedar nuevamente embarazada.

O, en lugar de practicar cirugía, se puede tratar a la mujer con la droga para el cáncer metotrexato, que disuelve el embarazo y también salva la trompa de Falopio. El tratamiento con metotrexato tiene la máxima eficacia durante las primeras seis semanas de embarazo. Si la trompa de Falopio se ha estirado o se ha rupturado y ha comenzado a sangrar, es posible que el doctor deba retirarla en parte o en su totalidad.

En la actualidad, la mayoría de los embarazos ectópicos se diagnostican durante las primeras ocho semanas del embarazo, generalmente antes de que se rompa la trompa. Esto reduce el riesgo de la mujer embarazada; sin embargo, la pareja aún debe confrontar la pérdida del embarazo.

FACTORES DE RIESGO

En los EE.UU., la cantidad de embarazos ectópicos se ha quintuplicado en los últimos veinte años. Esto se debe, en gran medida, al elevadísimo incremento en la tasa de infecciones transmitidas sexualmente, tales como la clamidia, que a menudo conduce a la enfermedad inflamatoria de la pelvis y a rasgaduras o pequeñas heridas en las trompas de Falopio.

Otros factores de riesgo incluyen las drogas para la fertilidad, los embarazos producidos después de una esterilización fallida de ligadura de las trompas de Falopio, las operaciones previamente realizadas en las trompas de Falopio, la endometriosis (cuando se implanta tejido uterino fuera del útero) y el hábito de fumar. Sin embargo, en la mayoría de las mujeres afectadas no se conoce la causa de su embarazo ectópico.

¿Cuáles son las probabilidades de quedar nuevamente embarazada?

Cuando una mujer ha tenido un embarazo ectópico, por lo general sus probabilidades de quedar embarazada nuevamente son bastante buenas. Los estudios sugieren que entre el 60 y el 80 por ciento de las mujeres que tienen ambas trompas de Falopio pueden tener un embarazo normal. Estos porcentajes son aproximadamente iguales en el caso de que la mujer haya sido tratada quirúrgicamente o mediante metotrexato.

Más del 40 por ciento de las mujeres a quienes se les extrajo una trompa de Falopio durante el tratamiento de un embarazo ectópico tiene embarazos saludables en el futuro. Sin embargo, existe una probabilidad del 7 al 15 por ciento de que las mujeres que tienen un embarazo ectópico vuelvan a tenerlo, por lo que es necesario que reciban un cuidadoso seguimiento cuando intenten concebir nuevamente.

Es más probable que un embarazo ectópico vuelva a ocurrir si la mujer fue sometida a cirugía una vez que la trompa ya se había rupturado o si tiene antecedentes de enfermedad inflamatoria de la pelvis.

Referencias

Centers for Disease Control and Prevention. Ectopic Pregnancy - Estados Unidos, 1990–1992. Morbidity and Mortality Weekly Report, Volumen 44, Número 3, 27 de enero de 1995, pág. 46–48.

Cunningham, F.G., et al. Ectopic pregnancy, en: Williams Obstetrics, 20a edición, Stamford, Conn., 1997, pág. 607–609.

Tomado del Folleto "March of Dimes"
© March of Dimes Birth Defects Foundation, 1998

Natalia Jaramillo - Enfermera Licenciada, U.J.
Editora Contusalud.com